Todo se
unió esa mala noche de navidad, un frío tremendo, casas
sencillamente construidas, malas comunicaciones con en resto de país,
días de fiesta y casas llenas de ambientes familiares.
Iglesia en Periana
Andalucía
entre dos mares, dos continentes y dos placas tectónicas
Andalucía,
por su posición geográfica cercana al punto de convergencia de dos
placas tectónicas, es una zona altamente sísmica. Aunque los
terremotos que tienen lugar en la región no suelen ser especialmente
fuertes, hubo un seísmo en 1884 que sí causó grandes estragos y
provocó la muerte de cientos de personas.
25 de
diciembre, día de familia, día fatídico
Pasaban las
nueve de la noche del día de Navidad de 1884 cuando
repentinamente la tierra andaluza empezó a temblar; el
terremoto tenía el epicentro en la localidad granadina de Arenas del
Rey, al sur de la provincia, pero fue tal la intensidad del seísmo
que las capitales de Málaga y Granada sintieron sus efectos. El
terremoto duró varios segundos y se extendió por un área de más
de 120 kilómetros cuadrados, por lo que fueron muchas las
localidades que resultaron afectadas. La magnitud osciló entre
los 6,7 y los 7 grados en la Escala de Richter, es decir, un
terremoto fuerte aunque no tan destructor como otros que habían
tenido lugar en la historia, como el de Lisboa (1755) o Krakatoa
(1883), pero dada la mala calidad de las viviendas en la zona, las
casas y las iglesias comenzaron a desplomarse como castillos de
arena: Duró aproximadamente 10 segundos con un hipocentro a entre 40
y 50 kilómetros bajo tierra, causando entre 1050 y 1200 víctimas, y
alrededor del doble de heridos.
En Alcaucín el 30% de
las casas sufrieron daños de clase 5 y el resto daños muy graves o
graves.
22 casas se hundieron por completo, ocasionando 6 muertos.
22 casas se hundieron por completo, ocasionando 6 muertos.
Alcaucín con la dureza del invierno
El
terremoto alcanzó una expansión de 120 x 70 km2, afectando a unos
cien núcleos urbanos de Granada y Málaga,
siendo Albuñuelas del Valle una de las localidades más
afectadas. La población en aquella época era de unos 1640
habitantes, con un total de 489 edificios. Según los datos
estadísticos de la época hubo 104 muertos y unos 500 heridos, una
gran parte del total. Además del desprendimiento de rocas, causado
por el temblor hay que sumar los deslizamientos de los estratos
superiores del terreno, hecho que agravó las secuelas del terremoto.
Estos deslizamientos fueron acompañados de la formación de
numerosas grietas. A la sacudida más importante le siguieron varias
sacudidas más en los días posteriores, alguna de cierta intensidad,
esto hizo que la gente se echara a la calle, y el que se quedaba en
su casa lo hacía con las puertas abiertas, a pesar del intenso frío.
Iglesia en Ventas de Zafarraya
Ventas de Zafarraya
Dadas las
comunicaciones existentes en aquella época y la ubicación de los
pueblos, hasta el día 27 de ese mes no se conoció con exactitud el
daño sufrido. Ese mismo día, la Diputación Provincial envió
una comisión informativa que recogió lo ocurrido. El día 29 de
diciembre, el periódico El Defensor de Granada pidió
auxilio en prensa nacional, pero como aún no se había extendido la
noticia, la alarma fue interpretada en Madrid, como una exageración
andaluza, por lo que la ayuda siguió retrasándose. Durante los 3 o
4 días siguientes al terremoto cada familia tuvo que subsistir con
sus escasos medios, con lo que murieron más personas de las
provocadas por el terremoto en sí. Además, a los pocos días del
terremoto sobrevino una de las mayores nevadas que se recuerda en
España, empeorando la situación.
Las
primeras ayudas que se recibieron fueron cargamentos de víveres y de
mantas. El consejo de ministros presidido por el rey, acordaron abrir
una suscripción nacional invitando a todos los empleados del Estado
a ceder una parte de sus sueldos el primer día del siguiente mes de
febrero, y a que se hiciesen espectáculos y fiestas a beneficio de
las comarcas dañadas.
Una vez
subsanada la falta de alimentos, la necesidad más cercana fue la de
la vivienda de sus habitantes. En primer lugar se recurrieron a
tiendas de campaña, dispuestas de inmediato por el Gobierno a fin de
que pudieran guarecerse provisionalmente aquellos que se habían
quedado sin hogar por efecto de los terremotos.
En total,
se reedificaron casi un millar de viviendas y se repararon unas
14.000. Se invirtieron 10 millones de pesetas de la época aportadas
por poblaciones de todo el mundo. En 1885 se creó la
llamada Comisaría Regia, encargada de distribuir estos fondos
entre los afectados que estuvo en funcionamiento durante 32
meses. Cónchar, uno de los municipios más afectados, recibió
31.870,62 pts de la Comisaría Regia, y Dúrcal 13.062,75
pts de la Comisaría Regia y otras corporaciones.
Periódico La Vanguardia del día 30 de diciembre de 1884
Placa en memoria de las victimas y publicidad para el Rey
Cuentan
las malas lenguas de aquellos momentos, que siendo navidad (época de
vacaciones y ausencias) no se presto atención al siniestro con la
debida prontitud, argumentando además el hábito propio de los
andaluces a exagerar.
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